Vayamos por partes
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1ª parte
Últimamente tengo una sensación extraña, una mezcla entre desconfianza y desazón. No se, ya no me fío de nada ni de nadie, pienso que detrás de afirmaciones sin nada más añadido guardan un sentido oculto y cosas así. No estoy cómodo. No voy a darle más importancia y voy a hacer caso omiso a mis sentimientos de "no bajes la guardia" en pos a no acrecentar una conducta maniaco-depresiva-persecutoria. A parte que la semana a sido una mierda, ahora hago todo solo y el proyecto está poniéndose un poco complejo.
2º parte
El otro día tuve la no se si llamarlo suerte, chanza o casualidad de encontrarme con una persona que iba conmigo al colegio. No diría tanto como encontrárme, cruzarme e ignorar más bien. El caso, lo importante no fue esto si no en que me dió por pensar y me dí cuenta de algo. Era el típico que siempre llevaba aquellos bollos rellenos de cacao al patio (es que no quiero decir bollycao) del colegio. Yo iba con mi bocadillo hecho con pan de ayer y un embutido vario que me hacía mi madre. Yo y unos cuantos claro, la gran mayoría. Todos los comunes del bocadillo envidíabamos a este y otros personajes que como él disfrutaban de aquella inyección de azucares y grasas saturadas, y él por supuesto lo sabía y se jactaba de ello.
¿Dónde está la gracia?, que cuando creces te das cuenta que la madre de ese chaval o no tenía tiempo o pasaba de hacerle un bocadillo a su hijo. Que él en realidad era un desgraciado por no llevar un bocata de su madre a pesar de comprarse todos los días una bomba insana de triglicéridos que le otorgaba ser la envidia del resto de chavales con embutido de la charcutería Hermanos Marcos. Y lo que empieza con no hacer un bocadillo sigue con ignorar que tu hijo fuma, que saca malas notas, que va con malas compañías y un largo etcétera. No voy a profundizar en la evolución.
Moraleja: El día de mañana preocupate de hacerle el bocadillo a tus hijos.
--Status report--
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En fin, ya sabéis que no escribo mucho y tampoco sigo una línea temática concreta, es más no es que me esfuerce en crear entradas bonitas o tener un buen discurso. Como tampoco tengo seguidores no tengo que preocuparme por ello, básicamente es un sitio en el que poner lo que me
Hoy lo hago para contaros como me va mi día a día, como ya sabéis estudio informática. Me queda una asignatura y el proyecto. No tengo clase por las nuevos planes de estudios así que apenas voy a la universidad salvo citas del proyecto. Tengo bastante tiempo libre, y no estudio lo que debería, también me he apuntado al gimnasio para intentar hacer un poco de deporte. Por cierto, a Claus se le extraña en el gimnasio. Fucking Bastard.
Anímicamente ando algo agobiado, como diría Mourinho no se por qué. Aunque quizá si lo se y sólo lo entierro en lo más profundo del pozo del subconsciente con el resto de cosas polvorientas. El proyecto no me acaba de convencer, está muy parado. La idea general es buena, gestión del tráfico aéreo con incertidumbre, optimizaciones y demás. Lo que pasa es que no tengo información ni una línea de trabajo muy marcada, ando dando palos de ciego con una estructura de datos, de todas formas mañana tengo reunión y seguro que solvento ciertas cosas.
Dejando a un lado el proyecto, para la asignatura que me queda (estructura de datos, curioso) voy a una academia tres horas los lunes. No es mucha carga, las tres horas matan pero es un día a la semana. Intento llevarla al día. También stoy pendiente de una Beca de Colaboración, a ver en qué me ponen a trabajar, espero que no me lien demasiado.
Por el resto de cosas, me siento un poco estático. No se si es por mis vacaciones frustradas, en las cuales lo creas o no había depositado cierta esperanza o por mi rutina diaria. Intentaré mejorar esta parte, aunque me cueste otro palo, pero por mi que no quede.
¿Mundo laboral?, Igual me espero a principios de año pero ya me he enterado que en alguna consultora donde trabajan compañeros hacen entrevistas todas las semanas. Todo es plantearselo, además nunca viene mal un poco de dinero. Aunque la verdad que no me sobra el tiempo.
En fin, me voy a dormir, mañana madrugo para el tema del proyecto.
GuttenJagen
21.000
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Parte VIII
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Parte VII
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Página 346
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Entrada rutinaria, un poco de aquí y de allá
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Pingüinos pilotos
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Parte III
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Un ruido lejano me despertó, de no haber sido por el ligero temblor que le acompañaba quizás no hubiera abierto los ojos. Me incorporé como pude y miré a través del hueco que quedaba entre las dos chapas que improvisaban nuestro refugio. Aún no había salido el sol del todo y el suelo estaba húmedo. Mi ojos entornados no alcanzaron a ver gran cosa, todavía no se habían acostumbrado a la claridad.
-¿Qué pasa?- oí a mi espalda. El hombre de barba se acababa de incorporar y me miraba con cara de sueño.
-No lo se, creo que he oído un ruido. No he sido el único - le respondí mientras cogía la chaqueta. - Voy a salir a echar un ojo, preparaos por si acaso.
El suelo estaba resbaladizo, caminé a paso ligero por el manto verde hacia una tienda cercana. Cuando estaba apunto de llegar unos gritos me sobresaltaron - ¡Están aquí! ¡Son ellos! - Dos muchachos bajaban a todo correr por una loma cercana. Me di la vuelta y vi al hombre de barba saliendo de la tienda, él y todo el campamento habían oído los gritos.
-¡Tenemos que irnos!- me gritó nervioso, pero yo no estaba dispuesto a irme de allí sin verlos. Desde el incidente no era capaz de recordar como eran ellos, apenas si recordaba los acontecimientos de unos meses atrás. En cambio los recuerdos de años pasados eran claros.
Me crucé con los muchachos, realmente tenían la cara desencajada de miedo. Juzgando su edad posiblemente era la primera vez que los veían pues ya no solían aparecer muy a menudo, tres o cuatro veces el último año y en sitios muy alejados. Aunque últimamente las cosas estaban cambiando, en el último mes esta era la segunda vez que venían.
Cuando llegué a lo alto de la loma me encaramé a unas piedras para poder asomarme y ver el valle cercano. Estaban resbaladizas, después de arrancar un par de terrones de musgo pude llegar arriba.
Entonces, a lo lejos, los vi. De repente un torrente de recuerdos vinieron a mi mente, como una corriente de agua. Metí la mano en el bolsillo de atrás del pantalón buscando algo con lo que verlos mejor. Allí solo había un cartón, lo tiré al suelo sin mirar, sin duda eran los restos de la cena de ayer. Busqué en mi otro bolsillo delantero y saqué un pequeño telescopio, era un foco de unos binoculares portátiles. Miré nervioso a través de él. Allí estaban, al otro lado de la retícula verde, como si buscaran algo. Arrancando restos del suelo de una antigua construcción, ajenos a todo.
Realmente eran impresionantes.
Parte II
- 11:24
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La imagen me recordaba al antiguo circo romano, con todas esas galerías subterraneas abiertas que se veían desde arriba, como heridas profundas en la tierra. No sabía qué había sido antes el sitio en el que se encontraban, la verdad que podría ser cualquier cosa, un centro comercial, un parking , un estadio de fútbol..., era irreconocible. Ellos se llevaban todo. No tenían suficiente con destruir, también se llevaban los escombros. Por eso solo quedaban esas brechas en la tierra, testimonio de una gran edificación.
No podía dejar de mirar el agujero, el borde donde el suelo acababa y la alfombra verde de hierba se cortaba.
-¿Quieres volver a bajar?, no vamos a encontrar nada más ahí abajo. No somos los primeros - La voz me sacó de mis pensamientos y le miré. No había cambiado nada en diez años, la única diferencia era la barba.
-No que va, solo estaba relajándome. - Me levanté del suelo sin dificultad a pesar de llevar un buen rato con las piernas cruzadas. Solo un ligero adormecimiento en la pierna derecha. -Además con lo que te ha costado salir la primera vez seguro que te quedabas aquí abajo y tendríamos que venir a darte de comer- le dije en tono irónico.
Me miró y sin decir nada volvió sobre sus pasos.
Tal vez si que había cambiado algo, pensé mientras seguía sus pasos.
Después de caminar un rato llegamos a una explanada sembrada de pequeñas hileras de humo, era como un antiguo campamento de guerra romano pero mucho menos extenso, no habría más de diez.
Al acercarnos se empezaron a distinguir los refugios, pequeñas tiendas con materiales improvisados. Entramos en una. Dentro había una mujer, el hombre de la barba la besó y se sentó a su lado. -Esto es todo lo que había- dijo descolgando la bolsa de deporte de su espalda. La mujer abrió la bolsa y puso cara de disgusto.
-¿Más chocolate?, llevamos dos días comiendo esto.- Pero realmente sabía que no se podía quejar, cuando estuviéramos de vuelta ya comeríamos otras cosas más... “sanas”.
Me senté en frente de ellos y me quité la chaqueta. Al menos no hacía frío - Es cierto, solo había una máquina expendedora, estaba en la segunda planta (o sótano mejor dicho), debajo de un techo caído. Tuvimos suerte- Estiré el brazo y rebusqué dentro de la bolsa, saqué un Toblerone para cenar. El hombre de la barba cogió un Snickers y la mujer un Kit-Kat. El chocolate estaba blanquecino, pero aún así conservaba su sabor. Traté de disfrutar del Toblerone, me traía viejos recuerdos.
Después de cenar jugaron un poco a las cartas y se durmieron. Aún no había oscurecido del todo pero mañana tenían que regresar y sería un viaje largo.
[...]
- 1:08
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Y dame un fanta
- 3:05
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Sin madalenas en el armario
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Polaris:~ Gonzalo$
- 3:53
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Los zombis
- 1:22
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Una vez tomada la decisión vienen las consecuencias, puedes enfrentarlas o dar marcha atrás y huir, eso depende de la persona y su carácter. Es muy subjetivo y va ligado en la forma de ser y recibir la vida como se nos da, hay gente que solo las ve venir, gente que hace su propio camino y gente que solo se maldice por su mala suerte y piensa que sin hacer nada sus problemas se van a arreglar. Haz algo.
Lo mismo pasa con los zombis, los zombis son esos pensamientos o hechos de tu vida diaria. Cosas que no te gustan y te amargan por dentro. Cosas que deseas que jamás hubieran pasado, o que al menos que no te hubieras enterado de ello (la ignorancia a veces es felicidad). Los zombis toman muchas formas, malas decisiones, cosas del pasado que cambiarías, cosas del presente que no te gustan, cosas del futuro que sabes que ocurrirán (o es muy probable) que no te gustarán, personas a las que no les importas cuando crees que sí, cosas que se dicen que te hacen daño, cosas de las que te enteras y desearías no saber, gente que mete la gamba y te dejan mal, en fin ... como he dicho muchas formas y hay infinitas más.
La forma de reconocer un zombi es muy fácil, salen por la noche a comerte el cerebro. Cuando estás tumbado en la cama tratando de dormir y no puedes. Piensas ahí está arrastrandose, está oliedo mi jugoso cerebro y no va a parar hasta que se lo coma, y la verdad es algo muy doloroso. Los zombis son muy jodidos de matar, eso es algo sabido por todo el mundo, lo más fácil es enterrarlos. Se entierran con el día a día, con los buenos momentos, cuando estás bien o pasas un buen rato. Cuando las cosas te van guay, o al menos crees que te van guay.
Lo malo de enterrarlos es que vuelven a salir y no sabes cuando lo van a hacer, un día sin previo aviso vuelven a remover la tierra y ahí están, comiendote el cerebro de nuevo. Te toca enterrarlos..., otra vez, y es difícil. Se puede vivir enterrandolos, y a veces tardan en salir pero es duro. Y eso nadie lo sabe, porque es una tarea que realizamos solos. Al fin y al cabo todos estamos solos para esto, a tus zombis solo les gusta tu cerebro, es lo malo.
Justicia o Victoria
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Hoy soy una rata mojada, rattus mojattus
- 4:36
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De limpia
- 0:25
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Solo me paso para quitar un poco las telarañas, sinceramente no creo que este blog vaya a tener futuro. Lo tendría si vendiera toda mi mierda, para que vosotros la leyerais, porque vamos... no me digas que la mierda no vende.
Llevaba 2 semanas de alimentación sana y deporte, y digo llevaba porque este finde las he mandado a la mierda (aparece de nuevo). Un paso atrás en el camino, espero que esta semana sea mejor en ese aspecto. Mañana toca lo que toca, mis 40 minutos de bicicleta para volver a la dinámica sana.
Y de la universidad poco más igual, me siguen agobiando con trabajo y prácticas. Realmente estoy estresado, tengo ansiedad. Aunque bueno siempre he tenido las cosas claras en el ámbito académico, aunque mañana suspendiera todo no me moriría. Pero bueno tampoco somos de piedra. Necesito unas vacaciones, relajarme o algo aunque a la gente le de igual eso. Si sobrevivo para el verano me iré a UK.
Y nada más, de mi vida no os voy a hablar. Si os preocupara preguntaríais.
No más arroz en mi plato, gracias
- 22:11
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El hábil disfraz
- 13:13
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[...]
La forma del destino normalmente sólo coloreaba, de forma monótona y silenciosa, el borde de su vida, como un sonido de fondo grave. Era raro que le recordara su existencia. Pero, en algunos casos (no podía saber cuáles porque no parecía seguir pauta alguna), esa fuerza aumentaba y lo conducía a una renuncia profunda parecida a la parálisis. En esos casos no había más remedio que dejarse llevar por la corriente, abandonándolo todo. Porque él sabía por experiencia que, hiciera lo que hiciese, pensara lo que pensase, la situación no se alteraría un ápice. El destino se lleva siempre su parte y no se retira hasta obtener lo que le corresponde. Estaba convencido de ello.
Pero esto no significaba que fuera una persona pasiva, poco vital. Era más bien un hombre decidido, que se esforzaba en llevar adelante sus determinaciones.
[...]
Por decirlo de alguna forma, no era el típico fatalista que la gente imagina. Sin embargo, desde pequeño, jamás tuvo la sensación real de haber tomado, por propia iniciativa, una resolución. Sentía que era el destino quien, a su antojo "le hacía tomar la decisión". Aunque pensara, en primer lugar, que había tomado una resolución por propia voluntad, más tarde acababa por darse cuenta de que una fuerza externa le había hecho decidir de ese modo. Simplemente se había puesto el hábil disfraz del "libre albedrío". Una especie de cebo para amansarlo. Pensándolo bien, las cosas que él decidía por propia iniciativa eran sólo trivialidades sobre las que, en realidad, no había necesidad de tomar decisión alguna. Se sentía como un rey nominal, un rey que sólo pusiera el sello del estado sometido a la voluntad de un regente que en su mano detentara el poder real.
[...]
H.M.
La felicidad y los helados, parte II
- 19:31
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La felicidad es algo subjetivo
Quedamos en que existen dos tipos de felicidad, la felicidad a largo plazo y la felicidad inmediata. ¿es posible lograr la primera (la cual parece no ser alcanzable de una formal "normal" por medio de la segunda?. Obtener felicidad inmediata es algo fácil a simple vista (recordemos el helado), entonces tal vez fuera buena idea intentarlo ¿no?. Mucha gente dirá que sí y mucha gente dirá que no, añadiendo más duda si cabe a algo que aún no hemos logrado definir.
Pongamos que no nos vale con las inyecciones de felicidad inmediata, que queremos algo más, que después de comernos el helado sentimos un vacío en el alma que grita ¿y ahora qué?. ¿cómo llenamos ese vacío?. Parece ser algo difícil de averiguar, si ni siquiera sabemos qué tenemos que echar porque no sabemos lo que es la felicidad.
Mucha palabrería, pero seguimos en un punto muerto y nosotros queremos soluciones. ¿qué hacemos?. Tenemos que definir algo que creamos que puede llenar ese vacío y desarrollarlo. Entonces tendremos un punto de partida para poder acercarnos a eso que todavía no conocemos, la felicidad. Es decir, cada uno de nosotros tendrá una solución distinta para llenar el vacío, algunas veces podrán coincidir pero nunca serán idénticas. ¿cual es el efecto de esto?, que no hay una receta para conocer la felicidad (como si fuera algo nuevo ¿no?), no hay un camino genérico. ¿cuál es el efecto (de nuevo) de esto?. Que no hay una definición genérica de felicidad.
La felicidad es algo subjetivo, algo que depende de cada uno de nosotros. No podemos llegar a saber lo que es sin llegar a ella, es algo que se define una vez que se ha alcanzado. Es una definición a posteriori , en un sentido. Una vez que recorremos el camino podemos decir a donde hemos llegado pero de lejos no podemos decir a donde vamos porque no lo conocemos. Ese camino lo hacemos nosotros, no es fácil, está lleno de cruces, está en malas condiciones y mal señalizado. De ahí los retos, los desafíos, las dificultades de la vida que vamos superando día a día en la consecución de este camino.
Podréis estar de acuerdo o no, es totalmente respetable cualquier opinión, cualquier camino hacia la felicidad es igual de válido que otro, siempre que no hagan daño a un tercero.
¿Qué pensáis?
La felicidad y los helados, parte I
- 10:40
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Esperar
- 0:37
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El nuevo en la familia
- 23:04
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De la carne picada...
- 13:26
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#1
- 17:06
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He estado pensando. ¿Para qué empieza un blog la gente?. Realmente no lo se, supongo que cada cual tendrá su motivo. Yo he tenido unos tres, si es que a un fotolog se le puede llamar blog. Ese le abandoné, no me gustaba y tampoco lo leía nadie y si lo leían no fueron capaces de dejarme un comentario por el rollo del feedback. (Si esto prosigue algún día te hablaré del feedback).
Siguiendo con lo anterior, no se realmente cual va a ser la finalidad de este blog. Hay gente que tiene un blog en el que cuenta sus vivencias barra anécdotas diarias o similares, luego está la gente que tiene un blog dirigido a algún tipo de interés concreto como pueden ser las tecnologías, páginas de descargas, lamer el culo a algún artista que le guste (el cual no te leerá nunca) o cualquier tema que le interese sobre el que se pueda escribir o compartir algo. También están los blogs sociales como yo los llamo, básicamente la gente que cubre sus necesidades sociales mediante internet y se dedica a comentar en los blogs de sus amigos y todas esas mierdecitas que aportan una falsa sensación de amistad. Realmente hoy por hoy quizás estén un poco más en desuso por eso de la invasión de las redes sociales, de las cual también te hablaré un día si esto toma un poco de color.
En definitiva, he hablado mucho y todavía no se en qué grupo meter a mi blog, ¿será el típico blog para llorar de mi vida?, ¿será para hablar de mierdas tecnológicas o temas de actualidad?, ¿links de descargas?, ¿contaros mi mierda de día a día?, pues no lo se, dejemos que el tiempo lo decida. Simplemente voy a hacer una cosa, escribir de lo que me venga en gana y a ver que sale.
Gonzalo. (o MHKM, como te salga).