Como todavía no se muy bien de qué demonios escribir aquí os la contaré un poco. Bueno, primero que realmente la cena no tenía la función de reconciliación pese a que fue llamada así por algunos y ya se sabe si dices una cosa muchas veces aunque sea mentira pues al final acaba teniendo algo de verdad. El caso, éramos doce o trece la verdad que tampoco me paré a contarnos y fuimos a cenar a un sitio donde parece ser que solo se hacen cenas multitudinarias, el mismo sitio donde fuimos a la cena de despedida típica de fin de clase. Realmente no pasó nada emocionante, ni hubo tensiones ni nada por el estilo porque realmente como ya he dicho no era de "reconciliación" (¿verdad que no Davidopoulos?, también conocido como Elhombrequedormiaconunabufandapuestaynopasabacalor). Así que me limitaré a criticar el sitio al que fuimos, cuya calidad era un tanto deficiente. "La cabaña", ¿la qué?, sí sí que se llama así. Su principal estrategia comercial es el tamaño de la comida la cual es verdaderamente grande. Con grande me refiero a que una sola persona no puede acabarse una hamburguesa si es que a ese trozo de carne picada y mal cocinada metido entre dos panes del día anterior del anterior se le puede llamar hamburguesa. Empezamos pidiendo unas tablas de patatas para picar entre todos, y vamos a ver, las patatas ni fu ni fa ya que realmente no tienen ninguna elaboración. Eso sí, valían casi 10 euros pero claro... aquí hacemos todo supergrande por lo tanto cobramos en proporción. Terminados los entrantes pasamos a la comida propiamente dicho, pedimos entre cuatro para compartir un "panini" y una "hamburguesa de pollo". Sí, así, entre comillas...
Vamos a ver, voy a intentar ser lo más objetivo posible. El panini era una barra de pan abierta a la mitad (pero solo una de las dos partes claro) con queso por encima, jamón y orégano y metida al horno. Para cuatro, ya que luego venia una hamburguesa de tamaño industrial. No estaba malo, tampoco voy a mentir. Eso sí a diez euros. No quiero hacer cuentas pero si una barra de pan vale unos 50 centimos... . En fín, demos paso a la hamburguesa que es lo bueno. Yo esperaba un filete de pollo empanado o algo así entre dos panes más luego los típicos condimentos. Pero un filete de carne de pollo picada de tono grisáceo de dos dedos de espesor hizo acto de presencia. Al principio realmente pensé que no era la nuestra porque más que pollo parecía una hamburguesa de ternera, pero no, allí estaba la camarera-cocinera-hagotodo con eso en la mano diciendo "Hamburguesa de pollo". La partimos entre cuatro (realmente era grande) y empezamos a comer. Estaba... rara. Muy rara, sin cocinar uniformemente y con cosas extrañas entre medias. Una de estas de un euro de ricky rubio a su lado era un plato de alta cocina vamos. Y parece que el resto pensaba lo mismo, al menos sí a mi izquierda. Ella fue sincera y solo le hizo falta probar un trozo para saber que no iba a comer más. Yo no, yo me hice el valiente y seguí comiendo, pero no mucho más. Probé con el ketchup y demás para matar el sabor pero la textura seguía ahí. Visto lo visto a estas alturas de la cena el postre estaba descartado.
En fin, acabamos comiendo postre en el BurguerKing (junto no es hacer publicidad). En fin, la comida fue asquerosa. Luego fuimos a enchupitarnos a un local que conocían ya. Bueno yo no, yo soy de cocacola pues tengo que conducir luego.
Y poco más, se podría escribir más de esta noche, lo que es la chicha social pero realmente da igual. Solo me apetecía criticar la comida de ayer. Por el formato y redacción ya iré mejorando.
3 comentarios:
No sabía a pollo.
Ni siquiera se parecía al pollo.
No era pollo.
Con lo fácil que es montar un restaurante a base de barras de pan con queso...y yo aquí hablándole a mi bufanda.
Hay que joderse.
Hablando de estilo, ¿mejor esta letra o la del post anterior?. La anterior era muy... pequeña
A mí me gusta más la del post anterior, pero creo que debería ser más negra. Pon la que te salga, pero más oscura.
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